El papel del cortisol y la testosterona en la agresión social: primera parte

En 2009 David Terburg, Barak Morgan y Jack van Honk publicaron una revisión acerca de la razón testosterona a cortisol como un indicador importante de la predisposición a la agresión social. Con el modelo sobre el cual se basa su artículo se pone de manifiesto el papel fundamental que juegan las hormonas en el moldeamiento, tanto del funcionamiento cerebral como del comportamiento. Como en otras ocasiones, veremos este trabajo en -probablemente- dos partes.

Introducción
En esta revisión Terburg et al. se proponen concentrarse en los efectos de las hormonas testosterona y cortisol en el comportamiento socialmente agresivo. Su argumento es que la razón (o relación) de los niveles basales de estas hormonas esteroideas es un marcador de la propensión a la agresión social.

Mecanismos biológicos de la testosterona y el cortisol
El cortisol y la testosterona son los productos finales de dos ejes hormonales: el eje hipotálamo-pituitario-adrenal (HPA) y el eje hipotálamo-pituitario-gonadal (HPG), respectivamente.

El primer eje (HPA) se activa durante un evento estresante. La hormona liberadora de corticotropina y la arginina vasopresina son liberadas en el hipotálamo. Dichas hormonas inician la producción y secreción de la hormona adrenocorticotrópica en la glándula pituitaria, lo cual, a su vez, facilita la producción de glucocorticoides, principalmente el cortisol, en la glándula adrenal.

El eje HPG está implicado, entre otras cosas, en los sistemas reproductor e inmunológico. La hormona liberadora de gonadotropina es secretada en el hipotálamo y transportada a la glándula pituitaria, en donde estimula la producción y secreción de la hormona luteinizante y la hormona folículo-estimulante. Estas son transportadas a las gónadas donde inducen la producción de testosterona (Johnson et al., 1992).

La testosterona inhibe el funcionamiento del eje HPA en el nivel hipotalámico a través de la disminución del funcionamiento de la arginina vasopresina (Viau, 2002), mientras que el cortisol tiene efectos inhibitorios en todos los tres niveles [hipotálamo, pituitaria o gónadas] del eje HPG.

El eje HPA es, junto con la actividad del sistema nervioso simpático, parte de la reacción de lucha o huída ("fight-or-flight") en situaciones de estrés o amenaza. Su producto final, el cortisol, ayuda a restaurar la homeostasis después de una respuesta de estrés. 

Tanto la testosterona como el cortisol se unen a centros que responden a esteroides en la amígdala (Wood, 1996), una estructura cerebral principalmente implicada en el procesamiento emocional (LeDoux, 2000), en donde se facilita el comportamiento de aproximación (p. ej. lucha) (testosterona) o evitación (p. ej., huída) (cortisol) (Schulkin, 2003).

Mecanismos psicológicos de la testosterona y el cortisol
La testosterona y el cortisol son, entonces, parte de un equilibrio biológico que influye sobre las reacciones básicas y primarias a la amenaza, a través de la moderación de respuestas autonómicas.

Un desequilibrio motivacional (entre comportamiento de aproximación o evitación) podría resultar en trastornos psicológicos. Esta es la base del modelo de Arnett (1997), quien explica la psicopatía en términos de un desequilibrio motivacional y una activación autonómica. Él uso el modelo de inhibición y activación comportamental de Gray (1987) (ver ejemplo) y Fowles (1980). El modelo de Arnett define dos sistemas que se inhiben mutuamente: los sistemas de inhibición (BIS, siglas del inglés Behavioral Inhibition System) y de activación comportamental (BAS, siglas del inglés Behavioral Activation System). El BIS es guiado por el castigo y resulta en "no actuar" cuando está presente la posibilidad de castigo. El BAS representa el comportamiento de búsqueda de recompensa y lo hace a uno actuar hacia una posible recompensa.

El equilibrio entre la inhibición y la activación comportamental, BIS y BAS, parece ser el equivalente psicológico del equilibrio biológico observado en la actividad del eje HPA y HPG o sus productos finales, el cortisol y la testosterona.

La razón (o relación) "alta testosterona / bajo cortisol" parece predecir la motivación de aproximación / sensibilidad a la recompensa. En estas instancias motivacionales, los individuos son más tendientes a enfrentarse a la amenaza, lo cual podría resultar en un comportamiento agresivo. Una alta razón "testosterona / cortisol", por tanto, predispondría a comportamientos socialmente agresivos.

Por otro lado, las tendencias motivacionales que se originan en el cerebro emocional están mediadas por procesos cognitivos. Sin embargo, la (alta) testosterona parece reducir (o regular a la baja) la interacción entre sistemas cognitivos y emocionales y, por tanto, reduce el impacto del control cognitivo  sobre las emociones (Schutter & Van Honk, 2004). En tales casos, entonces, las tendencias agresivas no serán "revertidas" por procesos de arriba-abajo y terminarán, en cambio, en agresión impulsiva. 

Adicionalmente, la toma de decisiones (cognitiva) depende menos en esa situación del procesamiento emocional de abajo-arriba. Cuando la instancia prevalente es la sensibilidad a la recompensa y la aproximación, pueden resultar también formas de comportamiento agresivo instrumental (movido por el pensamiento y no por el sentimiento).

En suma, las consecuencias [que parecen una reacción en cadena] de los altos niveles de testosterona serían las siguientes:

--> potenciar la atención hacia estímulos agresivos 
--> disminuir (o regular a la baja) la interacción entre los sistemas cerebrales cognitivos y emocionales 
--> incrementar tanto la posibilidad (atención) como la probabilidad (menos control cognitivo sobre los impulsos y más toma de decisiones basada en la cognición) de confrontación y comportamiento agresivo.


¡Esta historia apenas comienza (y lo mejor está por venir)! ¡No se pierdan mañana la continuación de esta revisión!

Comentarios

  1. en esto tiempos en los cuales ya no necesitaos huir ni ejercitarnos por la vida sedentaria todas nuestras hormonas se encuentran saturadas no tenemos como evacuarlas. Tanto que nuestro cuerpo reaciona ante el minima exaltacion y controla nuestra mente, nuestro conomiento y lo pone en contra de nosotros mismo no da tiempo de reacionar solo cuando ya ha terminado toda descarga de hormonal. ESTE ESTUDIO DE LA TESTOSTERONA Y EL CORTISOL son excelentes muchas gracias por su estudio y su tiempo.

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